Es importante resaltar que el docente tiene un papel significativo, puesto que participa en el proceso de generar conocimientos junto con el estudiante de forma construida y compartida; a partir de esto, se entiende que los procesos centrales del aprendizaje son la organización y comprensión del material informativo, ya que el aprendizaje es el resultado de la interpretación.
Los denominadores más comunes que
se atribuyen al nuevo rol del docente de la era 2.0 son: organizador, guía,
generador, acompañarte, coacher, gestor del aprendizaje, orientador,
facilitador, tutor, dinamizador o asesor. La función primordial del docente
consiste en coordinar y facilitar el aprendizaje, así como la mejora de la
calidad de vida del alumnado.
En la era digital, el
conocimiento está en la red y es abundante, pero precisamente esto es lo que
hace necesario un buen número de tareas que debe cumplir todo docente: detectar
lo realmente importante, guiar los procesos de búsqueda, analizar la
información encontrada, seleccionar la que realmente se necesita, interpretar
los datos, sintetizar el contenido y difundirlo son algunas de las tantas
tareas que el docente debe guiar.
El docente de la era digital debe
mantener una actitud de indagación permanente, fomentar el aprendizaje de
competencias, generar entornos de aprendizaje, mantener una continuidad del
trabajo individual al trabajo en equipo, apostar por proyectos educativos
integrados y favorecer el desarrollo de un espíritu ético.
De igual forma, el cambio que
provocan las redes sociales en el papel del docente es determinante. Artero
(2011) manifiesta que el profesor deja de ser la fuente de transmisión de saber
para su alumnado, puesto que toda la magnitud que se quiera de conocimiento reside
en la Red, y debe ser consciente de ello y legitimar su posición en el aula
como guía, tutor y mediador en el aprendizaje.
Viñals y Cuenca (2016) refieren
que los docentes, además de tener que adaptar las metodologías de enseñanza al
nuevo entorno, tienen ante sí el reto de adquirir conocimientos, habilidades y
actitudes digitales que motiven al alumnado a hacer un uso crítico de la
tecnología no solo en el aula, sino también en casa, en su vida social y en sus
entornos de ocio.
Adaptarse a la era digital permitirá
al docente:
·
Fomentar el trabajo colaborativo en su asignatura.
·
Abrir la asignatura más allá de las paredes del aula.
·
Acceder al conocimiento al instante y seguir actualizado.
·
Crear una red de contactos docentes y profesionales, a la vez que acerca a los
alumnos de su asignatura a la realidad profesional.
·
Desarrollar competencias informacionales que permitan gestionar la gran
cantidad de información que circula en la red.
·
Crear o mejorar una reputación y visibilidad en la red.
·
Compartir o reflexionar los trabajos generados y experiencias.
Así pues, los docentes, al igual
que el alumnado, deben aprender a ser competentes digitales, pero más
importante aún: deben resignificar y adaptar su competencia docente a un mundo
digitalizado.
En síntesis, no basta con que el docente digital deba
adquirir competencias tecnológicas, sino que debe adaptar su rol. «La profesión
docente se encuentra en un tiempo de mudanza» (Area, 2016).
Blog Dínamo. El Rol Del Docente En La Era Digital.
Recuperado de:
<http://www.udinamo.edu.mx/blog/www-udinamo-edu-mx-blog-mentoresuda/el-rol-del-docente-en-la-era-digital/>
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